león xiii, los carlistas y la monarquía liberal, de P. José CORBATÓ Y CHILLIDA. (Máximo FILIBERO, pseudónimo) 1894
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Fracaso rotundo por engaño astuto, fue la política del ralliement arrancada del corazón de León XIII. Así lo reconoció aún un Vegas Latapié, alfonsino viceral cuyo análisis al respecto se encuentra en nuestro catálogo.

Pero mejor que libro alguno en esta materia, es éste, del célebre P. Corbató y Chillida, con seudónimo de Máximo Filibero, el que responde sin falla a la interpretación laxa de las palabras de León XIII, con una antología de condenaciones pontificias de las libertades de perdición del liberalismo. Es un proceso y una demostración: es el proceso del régimen liberal, responsable de todos los infortunios que pesan sobre nuestra desgraciada España, y la demostración más concluyente de que la sustancia del pleito que se ventilaba entre los defensores del lema de Dios, Patria y Rey y los partidos liberales que prestan apoyo á la actual monarquía, era y es asunto de principios y no cuestión de intereses dinásticos.

Más actual que nunca es el grito lanzado hace más de un siglo por un ilustre prelado español:

«Nuestro siglo ha quitado á los buenos hasta la ocasión del mérito. No los persigue á nombre de la impiedad, los censura á nombre de la Religión».

Si los demo(no)liberales que se dicen católicos amasen de veras la religión y la patria, deberían estar convencidos, por dos siglos de expe­riencia, de lo vano é ineficaz de sus propósitos de reivindicar la neutralidad del régimen, o aún convertir en amparo de la Iglesia uno que es esencialmente anticristiano. No está en la mano de los hombres cambiar la naturaleza de las cosas, ni romper el encadenamiento lógico de las ideas y de los aconteci­mientos; y un trono levantado para que en él tomaran asiento los prin­cipios liberales, viene á ser á manera de hipóstasis del liberalismo en la nación española, sin que nada pueda destruir ese vínculo que es ley fatal de su existencia.

Conocido es aquel cantar que se oía por las calles de Madrid en vísperas de las horribles escenas del 17 de Julio del año 1834, como anticipo del odio consumado un siglo después:

Que muera Cristo, Viva Luzbel, Muera D. Carlos, Viva Isabel.

¿En qué han variado las circunstancias para que se pretenda romper esa asociación de ideas?

Indice

Prólogo de esta reedición

TOMO I

Dedicatoria  III

Introducción  V

Carta I.—Preliminar             

Carta II.—La Iglesia docente y la Constitución de la monarquía.

I.      Las libertades modernas  11

II.             Libertad de enseñanza  17

III.           Libertad de pensamiento y de palabra  21

IV.          Libertad de cultos  24

V.            Sentencia de nuestro Episcopado  28

VI.          Grandiosa oposición  35

Carta III.—La religión oficial y sus hombres.

I.      Negros antecedentes  49

II.             Enemigos oficiales de la Iglesia  57

III.           La masonería y sus protectores oficiales  67

IV.          Pornografía oficial  76

V.            Otras virtudes liberales  85

Carta IV.—Las concupiscencias libres.

I.       Soberbia de la vida  93

II.                  Concupiscencia de los ojos.—Ideas sueltas  108

III.                Concupiscencia de la carne ó pornografía pública  118

Carta V.—Impiedad popular en acción.

I.      Atentados contra las cosas sagradas  125

II.             Atentados contra las personas  133

III.    La religión oficial en Valencia  141

Carta VI.—Enemigos capitales del pueblo.

I.      Guerra de opresión  157

II.             Bandolerismo oficial  171

III.           Injusticia de la justicia  184

Carta VII.—Enemigos capitales de la Patria.

I.      Politicastros  191

II.             Despilfarradores  201

III.           Impíos    214

Carta VIII.—Enemigos capitales de la monarquía.

I.                    La restauración y sus restauradores  227

II.                  Los monárquicos alfonsinos de hoy  236

III.      Farsa monárquica  247

Carta IX.—Manías católico-alfonsinas.

I.      En derredor de las mitras  257

II.             Alfonsismo de los obispos  364

III.           ¡Caridad, caridad!  270

Carta X.—Resumen.

I.      Boceto del liberalismo alfonsino  281

II.             Lo que se fué, lo que vino y lo que viene  287

III.           Lo que hace falta  295

IV.          Lo que hemos de hacer  299

CARTA SUPLEMENTO

I.        Advertencias é indicaciones  305

II.                  Adiciones al numero II de la Carta III  307

III.                Adiciones al número III de la Carta III  310

IV.               Adiciones al número I de la Carta IV  313

V.                 Adiciones á los números II y III de la Carta V  315

VI.               Adiciones al número I de la Carta VI  319

VII.             Adiciones al número II de la Carta VI  323

VIII.           Adiciones al número I de la Carta VII  327

IX.               Adiciones al número III de la Carta VII  331

X.                 Adiciones á los números II y III de la Carta VIII  338

XI.               Adiciones á la Carta IX  339

XII.    Adiciones á la Carta X  340

TOMO II

Advertencias  3
Carta XI.—La secta anatematizada.

I.      Obstinación herética  5

II.             Consideraciones  9

III.           No hay excepción  45

IV.          Viles intenciones de los católico-liberales  23

V.            Pensamientos  29

Posdata —Plétora de catolicismo  34

Carta XII.—La cuestión chica.

I.      La Iglesia y los poderes constituidos  45

II.             Límites de la obediencia con relación á la causa carlista  55

III.           Noble actitud de los carlistas con motivo de la Peregrinación obrera  60

IV.          Falsos y verdaderos amantes del Papa  66

Posdata.—La voz de los prelados  76

Carta XIII.—El Papa explicado por el Papa.

I.        Los intérpretes liberales  81

II.                  Obediencia cristiana é hipótesis doctrinaria  84

III.                La verdadera política de León XIII  92

IV.               El Papa y la prensa  100

Carta XIV.—Del derecho al trono de España.

I.        El derecho y la Santa Sede  107

II.                  Ley de Felipe V  112

III.                Conato de ley de Carlos IV  122

IV.               Grandes arbitrariedades de Fernando VII  131

V.                 Arrepentimientos y propósitos tardíos  142

VI.               Legitimidad constitucional  152

VII.    Constitución dogmática de Gregorio XVI  161

Posdata.—Cómo resuelve la cuestión dinástica El Movimien­to Católico 166

Carta XV.—La unión de los católicos españoles.

I.      La religión y la concordia  171    

II.             ¡Tregua á las pasiones de partido!  176

III.           Caridad en las contiendas  180

IV.          Obediencia á los Obispos  169

Posdata.—Excelente base de unión  197

Carta XVI.—De la división de los católicos y sus motivos.

I.      Un poco de historia  201

II.     Razones y recortes  211

III.    Los mejores, los únicos buenos  219

Posdata.—Estado actual de la división de los católicos  226

Carta XVII.—El dedo en la llaga.

I.      Documento oportunísimo  237

II.     El discurso de Su Santidad y la unión de los católicos. Admonición familiar  241

III.    El que lea que adivine  248

IV.    Las coaliciones  254

Posdata.—Cómo muere el integrismo  260

Carta XVIII.—Prudencia religioso-política del partido carlista.

I.      Católicos de verdad  273

II.     Los carlistas valencianos  281

III.    Hipótesis carlista         288

IV.    Sobre lo mismo  294

V.     Beneficios religioso-políticos de los carlistas  307

Posdata.—Modernismo de los carlistas  317

Carta XIX.—Prudencia político-social del partido carlista.

I.        Programa político de D. Carlos  323

II.                  Programa social  334

III.                La aristocracia  346

IV.               Programa económico  353

V.                 Carta de D. Carlos á su hermano D. Alfonso  360

VI.               Manifiesto de Morentín  366

Carta XX.—Resumen del tomo segundo.

I.        Miras afines y miras carlistas  371

II.       Por los frutos  375

III.      La raza viril  379

IV.      Las enseñanzas del Papa  383

V.       Sólo hay un partido perfectamente católico  388

VI.      Preguntas y respuestas  394

VII.             Apóstrofes  396

VIII.   Conclusión y protesta  400