LOS MÁRTIRES DE LA IGLESIA, de Fray Justo Pérez de Urbel
calidad 2, 1 t., 14,5x20, 382 pág.  : 28 € Pedidos y Pagos

PÁGINA PRINCIPAL

Martirio significa testimonio; no cualquiera sino aquél que es sellado con la propia vida, con la propia sangre. El mártir no puede ser sino un gran creyente. Sin embargo, hay multitud de testimonios estériles, al servicio de un fanatismo cualquiera, de causas diabólicas al fin y al cabo. Mártir, propiamente dicho, no es sino el católico; muere por odio a la verdad: la verdad de Cristo, que es la verdad de la Iglesia. Desde San Esteban una pura línea de sangre cruza la biografía de la Iglesia. No puede presentarse un hecho histórico cuya universalidad sea tan palmaria. Los mártires fecundan y sostienen nuestra fe. Es uno de los más bellos dogmas de la Iglesia.
Ni la era de Diocleciano, con ser violentísima, ni la de Abderramán, cruel y sañuda, pueden compararse con lo que pasó en España de 1936 a 1939. Pero una atenta meditación histórico-escatológica vislumbra ya en el horizonte la última y más insidiosa cosecha de sangre. Por tanto, no es cuestión de cantar al mártir sino de imitarle, con el testimonio de la fe católica íntegra, testimonio de sangre.
Poco importa que el odio—organizado—a la Iglesia haya logrado sepultar la verdad; y menos todavía que haya quienes sigan lanzando calumnias contra las plumas de los martiriógrafos. Bajo la anécdota, estremecedora o dulce, de los hechos, Dios amanece.


 

Introducción  9

I.—El subterráneo fluir de la Sangre de Cristo  27

II.—Dos mujeres  43

III.—El Hermano sordo  59

IV.—Un cura de aldea  75        

V.—La mancha de sangre  87   

VI.—Nada menos que un niño  97

VII.—Otra vez crucificado  109

VIII.—Un relato textual  121

IX.—Tú tienes que ser la madre de los Macabeos  133

X.—Un belén en los Pirineos  141

XI.—Los sacrificados de Lorca  159         

XII.—Un mártir popular  167   

XIII.—Dos hermanas 181         

XIV.— En un lecho de paja  189

XV.—Un mártir carmelita  201

XVI.—Dos años después : en el mismo sitio  221     

XVII.—El mártir ignorado  231

XVIII.—Familias ; Eucaristía  239

XIX.—Pastor de lobos  261     

XX.—Doble corona radiante  271

XXI.—Los graves documentos  279         

XXII.—La gran vergüenza  307 

XXIII.—Tres veces la razón del más fuerte  321       

XXIV.—Últimos paisajes de sangre  333   

XXV.—Manojo de mártires  341

Epílogo  353

A modo de oración última  367