TRATADO DE LA VANIDAD DEL MUNDO, Fray Diego de ESTELLA
1524-1578
calidad 2, 2 t., 14,5x20, 1108 pág.  : 70 € Pedidos y Pagos

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Diego de San Cristóbal, conocido como el Padre Estella, procede de la más acrisolada nobleza navarra. Fue sobrino de San Francisco Javier y uno de los principales predicadores y autores místico-ascéticos del Siglo de Oro. Estudió en Toulouse y Salamanca; dominó el latín, griego y hebreo; fue consultor, predicador y teólogo de Felipe II; resistió a la dignidad del episcopado, y después, a ser provincial de su orden, conforme a su reivindicación de la pobreza franciscana.

Fruto eximio de su deseo de vivir en el solaz de su celda –con la oración, con sus libros, sin el mundo y sus secuaces– son dos obras, la primera de las cuales proponemos por ahora, de las mejores que salieron a luz en el siglo XVII, en que con más pureza y esplendor se mostraron las letras castellanas. Han sido muy apreciadas de los Santos, citadas de los escritores piadosos, y aplaudidas de los hombres inteligentes.

Del éxito y la acogida que tuvieron el Tratado de la vanidad del mundo (1562) y las Meditaciones devotísimas del amor de Dios (1576) dan cuenta las traducciones en todas las lenguas europeas, incluidas las eslavas y el árabe. La primera obra es más austera y ascética; la segunda más afectiva y mística, siendo notoria su huella en San Francisco de Sales. La edición de referencia de 1883 tiene a la vista dos ediciones antiguas (1668/1785).