VIDA DEL VENERABLE P.
BALTASAR ÁLVAREZ, DE Venerable P. Luis de la Puente S. J.
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Pedidos y Pagos
El venerable P. Baltasar Álvarez S.J. (1533-1580) es uno de los maestros más eximios de espiritualidad del Siglo de Oro español y de todos los tiempos. Gozó él mismo de la gracia de la oración infusa.
Tuvo por discípulos a personas muy selectas y distinguidas de su época, como el venerable Padre Luis de la Puente, que fue su primer biógrafo, a Francisco de Córdoba, hijo del duque de Cardona, a san Juan de Ribera, a la humildísima Mari Díaz, a doña Magdalena de Ulloa, educadora de don Juan de Austria, a don Iñigo Fernández de Velasco, condestable de Castilla, a don Francisco de Reinoso, que fue ejemplar obispo de Córdoba, y a santa Teresa de Jesús, de la que fue confesor y director, el que más le aprovechó a su espíritu, como dejó escrito ella misma. Cuando santa Teresa de Jesús se enteró de su prematura muerte, estuvo más de una hora llorando, sin que nadie bastara a consolarla, “porque sé -decía- la falta que hace y ha de hacer en la Iglesia de Dios este su siervo”. Todavía Bossuet invoca repetidas veces su autoridad, al lado de san Francisco de Sales, de santa Teresa y de san Juan de la Cruz…
El interés especial, sin embargo, de esta biografía consiste en el sinfín de datos poco conocidos sobre la recién nacida Compañía de Jesús.
o Al cristiano lector
o Capítulo I
Del nacimiento y crianza del Padre Baltasar; de su entrada en la Compañía, noviciado y estudios
o Capítulo II
De la inclinación grande que tuvo desde novicio a la oración y trato familiar con Dios nuestro Señor, y de las diligencias que hizo para alcanzarle con excelencia
o Capítulo III
Cómo comenzó por la meditación de los misterios de la Humanidad de Cristo nuestro Señor, y de la especial devoción que siempre le tuvo, y de los provechos que sacó
o Capítulo IV
De las veras con que procuró desde novicio la mortificación de sí mismo en todas las cosas, y la prosiguió toda la vida con muchas obras de penitencia
o Capítulo V
Cómo hizo los tres votos de castidad, pobreza y obediencia, y de la perfección con que siempre los guardó
o Capítulo VI
Cómo se ordenó de sacerdote, y de la devoción con que rezaba el Oficio divino y decía Misa cada día
o Capítulo VII
Cómo comenzó luego a ejercitar los ministerios con los prójimos, y de las ayudas y avisos que tuvo de nuestro Señor, para crecer juntamente en su propia perfección
o Capítulo VIII
De la prudencia y destreza que tenía en ayudar a las almas, y de los medios en general que tomaba para ello
o Capítulo IX
Del grande fruto que hizo en Ávila en muchas personas de insigne virtud
o Capítulo X
Cómo ayudó en Ávila a la Madre Mari Díaz en sus heroicas virtudes, y de una conferencia muy provechosa que tuvieron sobre cinco suertes de padecer
o Capítulo XI
De lo mucho que ayudó a la santa Madre Teresa de Jesús, y de una revelación que ella tuvo de la predestinación del mismo Padre, para alentarle
o Capítulo XII
Cómo le mudaron a Medina del Campo; y el año de 1567 hizo la profesión de cuatro votos, y cuán bien cumplió con las obligaciones della
o Capítulo XIII
Cómo este mismo año nuestro Señor le concedió el señalado don de oración y contemplación que tuvo, con doce admirables frutos. -Pónese la relación que él mismo hizo de ellos por obediencia a los superiores
o Capítulo XIV
En que se declara más este modo de oración, y las causas por que nuestro Señor se le concedió al P. Baltasar, y se lo dilató algunos años
o Capítulo XV
Cómo entró en este modo de oración por especial vocación de Dios; y decláranse más las señaladas mercedes que recibió para su mayor perfección, y para ayudar más a los prójimos
o Capítulo XVI
De las cosas maravillosas que en Medina y otras partes hizo en los prójimos con la eficacia de su oración, y descubriendo a muchos cosas secretas del corazón, o cosas que estaban por venir
o Capítulo XVII
Del grande fruto que hizo en muchas personas seglares y religiosas con la eficacia de sus pláticas espirituales
o Capítulo XVIII
De los trabajos y peligros a que se puso por el bien de las almas; y de algunas cosas notables en que mostró su grande caridad
o Capítulo XIX
Cómo entabló el orden de la probación en Medina con gran perfección.-De su gran caudal en criar novicios, y del fervor que tenían
o Capítulo XX
De algunos novicios muy insignes y fervorosos que tuvo en Medina en este tiempo. Pónese las cosas notables de los hermanos Francisco de Godoy y Antonio de Padilla
o Capítulo XXI
Cómo se aparejaba para las pláticas y en ellas procuraba que los novicios cobrasen noticia, estima y amor de su Instituto
o Capítulo XXII
De otras muchas cosas que tomaba por materia de las pláticas, para la entera y perfecta enseñanza de los novicios
o Capítulo XXIII
De la excelencia con que hizo el oficio de Rector en Medina y otros colegios; y del gran talento que tuvo de gobierno
o Capítulo XXIV
De su celo y cuidado en promover el ministerio de leer latín, y criar bien la juventud de la República, y enseñar la doctrina cristiana
o Capítulo XXV
De la jornada que hizo a Roma, y cómo se previno con la confianza en Dios, y experimentó los efectos de su divina Providencia y la guarda de los Ángeles
o Capítulo XXVI
Cómo visitó la casa de nuestra Señora de Loreto, y trajo el retrato de la imagen que pintó San Lucas; y de la gran devoción que tuvo con la Virgen y otros Santos
o Capítulo XXVII
Cómo quedó en lugar del Provincial que iba a Roma con otros dos Padres graves, y fueron presos de los herejes, y lo que hizo para su rescate
o Capítulo XXVIII
De algunas enfermedades graves y otros achaques que padeció en este tiempo, y de la grande paciencia y perfección que mostró en ellas
o Capítulo XXIX
Cómo fué por Rector del Colegio de Salamanca, y procuró que se juntasen letras con espíritu, y del gran fervor que puso en nuestros hermanos estudiantes
o Capítulo XXX
En que se ponen algunos ejemplos notables de dos hermanos estudiantes muy fervorosos, Juan Ortuño y Francisco de Córdoba
o Capítulo XXXI
Cómo tenía especial cuidado de que los maestros fuesen perfectos, y de la insigne virtud del Padre Francisco de Ribera, que leía allí sagrada escritura
o Capítulo XXXII
Del fruto que hizo en muchas personas de la Universidad y en otras seglares muy principales (Año 1574)
o Capítulo XXXIII
De los avisos que dió para el modo de hablar en las cosas espirituales, contra los malos lenguajes de los alumbrados que se levantaron en este tiempo
o Capítulo XXXIV
Del celo con que ayudaba a los ausentes con sus cartas, y de la prudencia y eficacia que mostraba en ellas. Pónense algunas muy espirituales
o Capítulo XXXV
Cómo fué por Rector del Colegio de Villagarcía; y de lo mucho que ayudó a Doña Magdalena de Ulloa, su fundadora, para las cosas grandiosas que hizo en servicio de nuestro Señor (Año de 1577)
o Capítulo XXXVI
Cómo la ayudó por cartas, y de la grande perfección a que nuestro Señor la levantó
o Capítulo XXXVII
Del fruto que hizo entonces en otras personas muy principales; y cómo a una de ellas dió dos meditaciones muy devotas de la divina Providencia
o Capítulo XXXVIII
Cómo en este tiempo fué a Burgos: y de un modo de vida muy concertado que dió a dos personas devotas, deudas suyas
o Capítulo XXXIX
De la profunda humildad que tuvo siempre en medio de oficios y sucesos tan honrosos y prósperos. Pónense sus admirables sentimientos cerca desta virtud
o Capítulo XL
De una grande borrasca que se levantó en este tiempo sobre su modo de oración, y de la heroica humildad y paciencia con que llevó sus desprecios (Año de 1576 y 77)
o Capítulo XLI
De las ocasiones que hubo para esta borrasca, y cómo respondió a las dificultades que se le pusieron contra el modo de oración de quietud y silencio; y el fin que tuvo todo
o Capítulo XLII
De la grande importancia y seguridad que tiene el modo de orar por meditaciones, afectos y coloquios con nuestro Señor, y cómo éste se ha de proponer y enseñar a todos
o Capítulo XLIII
Cómo los de la Compañía han de seguir este modo de orar, que se enseña en nuestros Ejercicios. Declárase su grande excelencia, y pónese una plática dellos, muy espiritual y provechosa
o Capítulo XLIV
Como fué por Visitador de la Provincia de Aragón; el modo como la hizo, y cómo descubrió allí la gran virtud del hermano Juan Jimeno; pónese una relación que hizo della
o Capítulo XLV
De otras cosas notables del Hermano Jimeno, y algunas que le pasaron con el Padre Baltasar
o Capítulo XLVI
Cómo fué nombrado por Provincial del Perú. Y de una cosa milagrosa que le sucedió volviendo a Villagarcía (Año de 1579)
o Capítulo XLVII
De lo que hizo en Villagarcía con los que tenían su tercera probación acabados los estudios, y de algunas cosas notables que entonces pasaron (Año de 1579)
o Capítulo XLVIII
Cómo fué nombrado por Provincial de la Provincia de Toledo, y se aparejó con unos ejercicios; y de los grandes sentimientos que tuvo de la pobreza, desprecios y dolores de Cristo nuestro Señor
o Capítulo XLIX
Cómo llegó por sus grados al supremo de la perfección en el amor de Dios y de las principales virtudes que encierra. Pónense algunos altos sentimientos que tuvo deste amor
o Capítulo L
Cómo alcanzó la perfecta resignación y conformidad con la divina voluntad en todas las cosas, prósperas y adversas; y los sentimientos que tuvo cerca de esto
o Capítulo LI
De algunas graves sentencias de la resignación y confianza en la divina providencia, sacadas de cartas que escribió a enfermos y atribulados, consolándoles en sus trabajos
o Capítulo LII
Cómo se partió a Toledo, y comenzó a hacer su oficio de Provincial, y al cuarto mes murió santamente en Belmonte (Año 1580)
o Capítulo LIII
De algunas revelaciones que hubo de su dichosa muerte y de su gloria, y cómo después de muerto ayudó en espíritu a algunos a quienes había ayudado cuando vivo
o Capítulo LIV
De la traslación de sus huesos al Colegio de Villagarcía
o Sermón del P. Rodrigo de Cabredo, S. I. En la traslación de los restos del P. Baltasar
§ Salutación
§ Introducción
§ Primer punto
§ Segundo punto
§ Tercero punto
o Apéndice I
Algunos documentos espirituales del P. Baltasar
o Apéndice II
Algunos avisos espirituales del Padre Baltasar
o Apéndice III
Cartas